viernes, 21 de octubre de 2011

Diwali-Fiesta de la luz


Cuando la obscuridad comprobó que estaba perdiendo terreno ante la luz, sintiendo que la luz le estaba robando su espacio, la demando ante un tribunal. Llegó el día del juicio. A la hora en punto la luz se presentó ante el tribunal, pero el tiempo transcurrió y la oscuridad no llegaba. Finalmente el juez suspendió el juicio, dando la razón a la luz. Mientras tanto la oscuridad había permanecido fuera de la sala, en el pasillo del juzgado. ¿Por qué no había entrada en la sala del juicio? Simplemente, porque si hay luz no puede haber oscuridad.
Este cuento muy conocido en Oriente, lo escuche de mi maestro Anant. Relacionaba al pensamiento y a la mente con la oscuridad, y a nuestro Ser con la luz. Nos decía, “cuando esta presente la respiración, el Ser aparece y el pensamiento o la mente no pueden aparecer”. Esta enseñanza se hizo presente cuando escuche hablar del Diwali o fiesta de las luces. Recuerdo también cuando de chica cantaba sin saber muy bien de que se trataba, una canción católica que dice, “yo soy la luz de Cristo, yo la haré brillar…” Cristo lo dijo, “vosotros sois la luz del mundo, no puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte”. El mensaje de lo que significa la luz esta presente en todas las religiones, en todas las sinagogas se coloca una lámpara con aceite que permanece constantemente encendida. Se trata del Ner Tamid o lámpara perpetúa que simboliza la promesa del Todopoderoso de preservar al pueblo de Israel. La flama de esta lámpara representa la presencia divina, la paz y la armonía. La iluminación en las noches de Diwali en India, simboliza la destrucción de lo más oscuro de la conducta humana: la maldad, la violencia, la lujuria, la avaricia, el fanatismo, el sufrimiento, el odio. En nuestro Centro de Yoga vamos a festejar Diwali el 5 de noviembre, que linda oportunidad para observar este simbolismo en nosotros, ver donde esta esa oscuridad, ver como oscuros pensamientos ocultan nuestra luz. Una vela encendida en nuestras casas, en nuestros templos nos esta diciendo cual es el camino. Como dijo Cristo, la luz del mundo somos todos nosotros, pero también está en todos nosotros la maldad, la violencia, la avaricia, el odio. ¿Que hace la diferencia? La conciencia, el ser conciente del valor de la vida, de que la vida está más allá del TENER, que es el SER el portador de la Luz, de la Verdad. Encendamos muchas lámparas, muchas velas, pero también meditemos, oremos para que el simbolismo se convierta en experiencia, en hechos y comencemos a brillar porque el ser humano está en la cima de un monte, no puede ocultarse en las sombras del materialismo, de la maldad, de la violencia.
Sat Nam
Neri Priotti (alumna de la Escuela de la Trascendencia del maestro Anant Singh)